Repensar la historia para entender el presente

“La relación entre Estados Unidos y la región latinoamericana es histórica y, desde el mismo momento de la emancipación, se va a observar un interés hacia el conjunto de la región”

En el primer programa del ciclo 2021 de Esquina América repasamos, junto con Mara Espasande, los antecedentes históricos más importantes de las relaciones entre América Latina y Estados Unidos durante el siglo XIX.  La Directora del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana Manuel Ugarte nos compartió algunas pistas para repasar y repensar el escenario histórico de estos vínculos, a los fines de comprender mejor nuestro presente y las tensiones actuales con el gigante del norte. 

Analizamos las características de esas relaciones entre una naciente potencia y el surgimiento de un conjunto de países con otras raíces culturales, la expansión norteamericana hacia México, Centroamérica y el Caribe y el significado de la Doctrina Monroe. También, revisamos el rol y los intereses de los EEUU en las guerras de emancipación y las independencias de América Latina de España.

Durante la conversación, observamos a las figuras de la historia nuestroamericana que ya desde temprano avizoraban la política injerencista de dicho país en nuestra región, como fue el caso de Bolívar, pero también sobre aquellos personajes liberales que miraban el modelo estadounidense con pleitesía. En síntesis, la historiadora invitó a analizar estas relaciones desde el lugar que ocupaban los distintos sectores sociales: “si observamos a las oligarquías que crean los estados liberales en América Latina, vamos a encontrar una relación de admiración hacia los Estados Unidos. Si pensamos en los líderes de las revoluciones emancipadoras de principio del siglo XIX y hasta la revolución cubana de finales de siglo, va a ser una relación de resistencia”.  Por su parte, “desde los Estados Unidos va haber una mirada más homogénea hacia América Latina, como un espacio de influencia natural, donde depositar el destino manifiesto e imponer su propio interés nacional”. 

Finalmente, la entrevistada manifestó que “estudiar las dos Américas es indisociable, con diferencias culturales y civilizatorias muy profundas, se tienen que estudiar en conjunto, porque por influencia, por admiración, por intento de imitación, por penetración o dependencia, durante el siglo XIX y XX, no se puede entender una sin la otra”. 

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